Tío Lobo


Carmela es una niña muy vaga y perezosa a la que le encanta dormir. Sólo hay una cosa que le guste más que dormir... ¡Comer! Le encantan los dulces, los bollos, las madalenas...

En clase, la profesora trae madalenas para que, cuando un alumno termine la tarea, coja una. Carmela se va al baño y se queda dormida. Para cuando sale ya no quedan niños en clase..., ni madalenas. Se lleva un gran disgusto y llega a casa llorando a lágrima viva. Su madre, para consolarla, decide hacer madalenas, pero necesita que vaya a pedirle un molde para madalenas a Tío Lobo.

Tío Lobo le deja el molde, pero a cambio le pide una de las ricas madalenas que va a hacer su madre, un pan de maíz y una botella de anís. Si falta alguna de esas cosas, se la comerá de un bocado.

Por supuesto, no llega ni una de esas cosas a casa de Tío Lobo. Carmela, que es una glotona, se las zampa todas. Y para que no se dé cuenta, las sustituye por una moñiga de burro, una piedra y agua de un charco. Pero en cuanto Tío Lobo prueba los manjares, se da cuenta del cambio. ¡Vaya si se da cuenta! Y le advierte a Carmela que, se esconda donde se esconda, es noche saldrá, la encontrará y se la comerá de un solo bocado.

Tío Lobo es una adaptación del álbum ilustrado Tío Lobo, de Xosé Ballesteros, donde adapta la versión de un conocido cuento popular.